A finales de 2019, una investigadora llamada Lesya Khomych hojeaba una antigua revista en la Biblioteca Nacional Wasyl Stefanyk —Lviv, Ucrania—, cuando reparó en un extraño relato titulado «Undula», firmado por un tal Marceli Weron. Tras rigurosos análisis, realizados por expertos de todo el mundo en la vida y obra de Bruno Schulz, se llegó a la conclusión de que el texto era obra de Schulz, publicado bajo pseudónimo por motivos desconocidos, aunque no imposibles de intuir.

«Undula» posee las características temáticas y estilísticas que convirtieron a Schulz en ídolo literario tras su muerte. Enfermedad, tinieblas, erotismo, masoquismo y el regreso a la infancia como evolución hacia la madurez son los rasgos sobresalientes de este breve relato, inédito hasta ahora en castellano, donde nada es lo que parece.

Bruno Schulz (Drohóbych, Polonia, 1892 – 1942) fue un escritor, pintor, artista gráfico y crítico literario, reconocido entre los estilistas más importantes de la prosa polaca del siglo XX. La mayor parte de su obra se perdió o fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Se conservan de él relatos, publicados en diversas colecciones bajo los títulos Las tiendas de color canela y El sanatorio bajo la clepsidra, así como dibujos y grabados, varios de los cuales fueron reunidos en El libro idólatra. Su obra ha inspirado y, literalmente, guiado la de escritores de la talla de Philip Roth, Cynthia Ozick y Nicole Krauss.